Cuando el circo llegó a Letrilandia, en una de sus actuaciones, el trapecista "Q" se cayó, se rompió una pierna y quedó cojito para siempre.
El rey "u" le dejó que se quedara en palacio y fuera su secretario y ... ¡qué bien hizo! porque pudo solucionar el problema de la "e" y de la "i".
El trapecista podía hablar como la "K" y oirse ke, ki, pero claro, como eran muy traviesos y él estaba cojito no podía seguirles y llamarles la atención. Por ese motivo, el rey "u" decidió ir siempre con ellos leyendo el periódico, el rey "u" no hablaría, iría en el medio solo para que no se atrevieran a portarse mal y poner un poco de orden.
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